Molestias digestivas
Actualmente las molestias digestivas están a la orden del día, y no solo en el ámbito sanitario, con la famosa microbiota intestinal, sino a pie de calle, ya que todos conocemos a alguien, o incluso nosotros mismos, que sufren molestias intestinales como puede ser: hinchazón abdominal, sensación de plenitud tras las comidas, gases, eructos… y la pregunta es: ¿Esto es normal o tengo que preocuparme?
Se ha hablado mucho del sobrecrecimiento bacteriano y la realización del test SIBO (Test de Sobrecrecimiento Bacteriano), para detectar la presencia o ausencia de esta patología, ya que es compatible con alguno de los síntomas nombrados anteriormente como el hinchazón abdominal, plenitud, diarrea o estreñimiento… Sin embargo, no siempre que exista hinchazón o gases, quiere decir que tengamos sobrecrecimiento bacteriano, o que tengamos alguna patología.
Mitos y realidades
Como indica la Dr. Vázquez en en artículo que ha participado para elPlural.com (1), cabe destacar que frente a muchas creencias populares, la hinchazón abdominal puede tener causas simples y cotidianas, que en la mayoría de casos se deben a forma y velocidad de comer, tipo de alimentación, estilo de vida, estrés, ansiedad…
Una de las causas principales de la hinchazón abdominal es la ingesta de aire, que se produce al comer rápido, estamos estresados o tenemos ansiedad. Además, hemos de normalizar cierta distensión abdominal tras la ingesta de alimentos flatulentos como pueden ser: legumbres, algunas verduras como brócoli, coliflor, alcachofas… Estos gases y distensión además se intensificarían en personas que padecen sindrome de intestino irritable, que además se puede agravar con el estrés y una mayor acumulación de gases fomentaría más dolor o molestia.
Como indica la Dr. Vázquez es una situación similar al «flato»: «Todos tenemos experiencias de cómo algunas veces al correr, cuando se respira también por la boca, por estar ya muy al límite de fuerzas o por tener los orificios nasales poco despejados u obstruidos, comienza a doler un costado del abdomen, que a veces es fuerte y nos obliga a parar» (1). Sin embargo, sí podemos estar alerta si además del hinchazón abdominal aparecen otros cambios en nuestro tránsito, malestar, diarrea o estreñimiento… que es cuando debemos de acudir a un profesional.
En redes sociales se ha puesto de moda el uso de clorofila como método «detoxificante», pero que a día de hoy tiene muy poca evidencia en humanos. El término «detox» e «desinflamación» se han puesto muy de moda y para ello se pretende vender diversos productos con poca evidencia, y lo realmente importante es un buen diagnóstico y mejorar la alimentación sin soluciones mágicas. Lo mejor a día de hoy es llevar a cabo una dieta rica en alimentos vegetales que ya contienen el pigmento de la clorofila. No se recomienda el uso de cualquier complemento por nuestra propia cuenta, ya que aunque sea natural no siempre es inocuo, y al final lo mejor para «detoxificar», aunque no está bien usado, es llevar una alimentación predominantemente plant-based rica en fibra y que ayudará a mejorar tu microbiota intestinal, en la mayoría de los casos.
La dieta mediterránea es al final el objetivo de una buena nutrición sin complicarse la vida con dietas de moda.
Referencia:
- Hinchazón abdominal: mitos y realidades para combatirla. Marcos Parandinas https://www.elplural.com/sociedad/hinchazon-abdominal-mitos-realidades-combatirla_322530102